RUTA POR CASTILLOS DE ZARAGOZA
De todas las rutas de castillos en esta provincia, cuatro son las más destacadas. Se centralizan en las Cinco Villas, la comarca de
Calatayud, el entorno más próximo al Moncayo y las villas que circunvalan el Mar de Aragón. Hay otras muchas pero estas están a
la cabeza.
Ruta por las Cinco Villas
De las Cinco Villas infanzonas, cuatro poseen espectaculares fortificaciones siendo uno de los principales recursos turísticos de la
zona que demuestran que el medievo vive todavía en este rincón. El de Sádaba, perteneciente al siglo XII y alzado sobre un alto
rocoso, mantiene intacta su fisionomía original con el recinto rectangular y las siete imponentes torres que la salvaguardan.
Uncastillo, antiguo Unum Castrum, posee dos manifestaciones medievales, el Castillo de la Peña Ayllón, que recibe el nombre del
suelo sobre el que se alza, y el Castillo de Sibirana, que ocupa casi la totalidad de la cima en la que habita.
Sos del Rey Católico, lugar que vio nacer al rey Fernando el Católico declarado hoy Conjunto Histórico, acoge el castillo de la
Peña Felizana, del siglo XII, de pequeña plataforma con una esbelta torre cuadrada y una iglesia románica a sus pies.
Finalmente, Ejea de los Caballeros con la iglesia fortificada del Salvador recibe muchas de las miradas que contemplan atónitas el
paso del tiempo por esta parte del territorio fronterizo aragonés.
Por los ríos que bordean Calatayud
La antigua Bílbilis posee cinco castillos, el de Ayyub, Consolación, del Reloj, de Doña Martina y de la Peña, todos ellos reunidos
antiguamente por la muralla que bordeaba la ciudad en un recinto fortificado. Cervera de la Cañada, a 20 kilómetros de Calatayud,
conserva intacta la iglesia de La Asunción desde la que se pueden contemplar los restos de la fortaleza integrada en ese conjunto
religioso. También en la ribera del río Mesa, se alza el castillo de Ibdes dominando toda la localidad con su llamativa altura de
quince metros.
En las proximidades de Calatayud, el municipio de Illueca alberga el Castillo-Palacio del Papa Luna del siglo XIV, convertido hoy
en una magnífica hospedería, mientras la ciudad de Daroca viste con orgullo sus largas murallas cerrando el castillo Mayor y el de
San Cristóbal.
A los pies del Moncayo
Magallón, Trasmoz y Tarazona son tres referentes a la hora de hablar de castillos en el Somontano del Moncayo. El primero de
ellos conserva restos del castillo junto a la iglesia parroquial de San Lorenzo, en la cima del monte que sobresale sobre el casco
urbano, que datan del siglo XIV.
Escenario de luchas entre los reinados de Navarra y Castilla, el castillo de Trasmoz, fuente de mitos y leyendas de brujas que
Gustavo Adolfo Bécquer ya recogió en sus Rimas y Leyendas.
Tarazona, capital indiscutible de la comarca, custodia los restos del castillo-palacio de La Zuda en la parte alta de la villa. Sus
restos, transformados por diversas modificaciones, constituyen uno de los elementos históricos de esta villa, poseedora del título
Monumento Histórico-Artístico. Un recorrido por tierras del Moncayo merece una parada por estos referentes arquitectónicos.
Castillos junto al Mar de Aragón
A escasos cien kilómetros de Zaragoza, junto al llamado Mar de Aragón, se encuentra la localidad de Caspe con dos imponentes
castillos. Por un lado el de El Bailío, construido sobre las ruinas de un palacio musulmán, donde se celebró el Compromiso, y el de
Salamanca, edificado sobre el espolón conocido como el cabezo de Monteagudo.
Maella, a 20 kilómetros de Caspe en dirección Gandesa, acoge al viajero con otras dos muestras: el castillo del Conde Aranda,
residencia señorial construida a principios del siglo XVI, y la Torre del Reloj, presidiendo esbelta la plaza Mayor del pueblo.
La localidad de Mequinenza pondrá punto y final a este viaje entre murallas y torreones. Y lo hace de la mano del castillo-palacio
de los Moncada. Destaca su planta cuadrilátera, sus seis torres rectangulares y una pentagonal. La puerta retranqueda entre las dos
torres data del siglo XIV mientas el recinto exterior es de los siglos XVIII-XIX.
En medio de la ciudad
La Aljafería es, sin duda, el principal monumento de la época musulmana en Aragón. Responde a la tipología castillo- palacio y
está formado por un complejo conjunto de edificaciones incorporadas a lo largo de la historia. Durante estas épocas se fue
moldeando desde el Palacio Musulmán, hasta el Alcázar de los Reyes Católicos o la fortaleza y el acuartelamiento. Referente
universal, La Aljafería ofrece un completo sistema de visitas guiadas para sacar el máximo provecho de sus espléndidos rincones.
TEXTO SACADO DE REDARAGON.COM