RUTA POR CASTILLOS DE LA RIOJA
La Rioja Alta es una tierra de buenos vinos. Sus pueblos, rodeados de viñedos y bodegas, dedican buena parte de su esfuerzo a su
elaboración. También es una comarca con una larga historia. Por aquí discurre el Camino de Santiago, la antigua ruta de
peregrinación europea. Y la serie de castillos que vamos a visitar confirman un pasado heroico, de batallas y guerras señoriales.
Iniciamos el recorrido, que puede realizarse en un solo día, en la localidad de Cellorigo. Aunque no quedan restos de su castillo
medieval, escenario de una batalla (año 882) entre musulmanes y cristianos, su emplazamiento en la falda de la Peña Luenga, en
los Montes Obarenes, ofrece una espléndida panorámica sobre las tierras bajas de La Rioja.
Una serie de carreteras locales y comarcales nos llevarán, sucesivamente, por los enclaves de esta ruta. El primero de ellos es
Sajazarra (a 9 kilómetros), aunque antes de llegar a esta población, un par de desvíos nos dejan en las aldeas de Castilseco y
Villaseca, que poseen sendas iglesias románicas (siglos XII-XIII).
El Castillo-palacio de Sajazarra fue construido en el siglo XV por el señorío de los Velasco. Su estado de conservación es óptimo.
Consta del recinto amurallado exterior, con torres-cubo en las esquinas, y una esbelta torre del homenaje. Cabe destacar también
la iglesia de la Asunción, de diversos estilos.
Estamos ya en tierras de buenos vinos. Viñedos y campos de cereales bordean las carreteras por las que circulamos. A
continuación, llegamos a Anguciana (a unos 5 kilómetros). Allí se alza una señorial Torre-fuerte gótica (principios siglo XV),
construida a base de piedra de buena calidad, que posee los típicos elementos defensivos de este tipo de construcciones: almenas,
matacanes y saeteras.
En Cihuri, a sólo 2 kilómetros, destaca su puente sobre el río Tirón, de origen romano y reformado en época medieval. Otros 2
kilómetros nos separan de Casalarreina. Aquí destaca su caserío medieval, que cuenta con casas y palacios nobles y con el
monasterio de Nuestra Señora de la Piedad, renacentista de principios de siglo XVI.
Siguiendo por el valle del río Tirón, llegamos a Tirgo, donde destaca su iglesia románica del Salvador, y Cuzcurrita de Río Tirón.
Allí se encuentra el Castillo de los Velasco (siglo XV), que sigue el esquema de un recinto amurallado, con torres-cubo en las
esquinas, y torre del homenaje en el centro. En la población, merece la pena detenerse en la iglesia de San Miguel, espléndido
edificio barroco (siglo XVIII).
Camino de Ochánduri (3,5 kilómetros), pequeña población en la que destaca su iglesia románica de la Concepción (siglo XIII), se
encuentra la ermita de Nuestra Señora de Sorejana, románico-gótica. Seguimos después hacia Leiva (4 kilómetros). Aquí se
encuentra un Castillo-palacio gótico (siglo XVI), de planta cuadrada, con torreones en los ángulos.
A continuación, nos dirigiremos a Santo Domingo de la Calzada (a 11 kilómetros), villa situada en el Camino de Santiago que
tenía el mayor recinto amurallado de toda La Rioja. Se conservan tramos de sus murallas y tres portales (siglos XII a XIV). No
obstante, su monumento más destacado es la Catedral, de origen románico (siglo XII), aunque con numerosas reformas
posteriores.
De allí podemos encaminarnos al pueblo de Bañares (5 kilómetros), para visitar las iglesias de la Santa Cruz (espléndida portada
románica del siglo XII) y Santa María la Antigua (gótica, siglos XV-XVI), antes de concluir la ruta en Baños de Rioja. En su
casco urbano se encuentra una Torre-fuerte medieval, en óptimo estado de conservación. Fue construida en el siglo XIII y
reformada siglos más tarde.
TEXTO SACADO DE ESPAÑAESCULTURA.ES